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50 años de responsabilidad: La sostenibilidad fluye en nuestro ADN

¿Qué significa realmente “sostenibilidad”? Es evidente que los diccionarios ofrecen una definición bastante clara. Pero ¿qué significa en la práctica ser sostenible, especialmente para las empresas? El ejemplo de EFAFLEX permite analizar muy bien esta cuestión. Y es que la empresa lleva 50 años, desde su fundación, desarrollando de forma consecuente su propia sostenibilidad y, incluso en su aniversario, mira más hacia el futuro que hacia el pasado.

Para EFAFLEX, la sostenibilidad significa tener en cuenta el mañana ya hoy. Y asumir responsabilidad. Es precisamente la industria manufacturera la que debe abordar con especial intensidad retos como la conservación de los recursos, la reducción de las emisiones de CO2 y la seguridad de las cadenas de suministro. Muchos de estos temas solo han cobrado relevancia en los últimos años. Sin embargo, ya eran importantes hace cinco décadas. Por eso, la sostenibilidad ha desempeñado un papel fundamental en EFAFLEX desde el principio (aunque entonces nadie hablaba aún de “sostenibilidad”).

Por personas, para personas

La razón es muy sencilla: gran parte de lo que hoy se engloba bajo el término “sostenibilidad” forma parte indispensable del ADN corporativo de EFAFLEX. Por ejemplo, la empresa siempre ha puesto al ser humano en el centro de todo. En consecuencia, la responsabilidad social sigue marcando hoy en día las actividades de la empresa en muchos aspectos.

Las cadenas de valor libres de violaciones de los derechos humanos o un ambiente de trabajo abierto, caracterizado por el reconocimiento y el respeto, lamentablemente aún no son una realidad en muchos lugares, pero en EFAFLEX sí lo son. Además, la empresa participa en numerosos proyectos, iniciativas y patrocinios, tanto a nivel nacional como internacional.

Sostenibilidad a través de calidad

El factor de la calidad también está indisolublemente unido a EFAFLEX. Por supuesto, un producto de alta calidad no tiene por qué estar fabricado de forma sostenible, en muchos casos probablemente sea incluso, lo opuesto. Sin embargo, para EFAFLEX, la extraordinaria calidad de los productos siempre ha significado seleccionar todos los materiales y cada uno de los componentes, por pequeños que sean, de forma muy precisa, consciente y exigente. Por ello, la empresa no adquiere materias primas, productos eléctricos y similares en el otro extremo del mundo, sino principalmente de proveedores europeos o, en el mejor de los casos, incluso regionales.

Reduce la huella de carbono

Mucho antes de que la política y la opinión pública debatieran sobre la eficiencia energética, este tema ya se había convertido en una práctica habitual en EFAFLEX. Entre otras cosas, debido a la fuerte orientación al cliente de la empresa: para mantener bajos los costos operativos de las puertas, estas consumen relativamente poca energía. Con su rápida velocidad de apertura y cierre, también contribuyen a mantener alta la productividad in situ mientras evitan la pérdida de calor o frío entre las zonas separadas. Esto también ahorra costos energéticos y, además, hasta 2 toneladas de CO2 al año.  Lo que a primera vista puede parecer “sostenibilidad accidental” o “sostenibilidad como efecto secundario” es, sin embargo, el resultado de un diseño inteligente y de una conciencia global de los más diversos aspectos relevantes en el desarrollo de productos.

Por otra parte, los esfuerzos (y logros) de EFAFLEX en cuanto a sostenibilidad son claramente reconocibles como tales: por ejemplo, cuando se trata de hacer que la empresa sea cada vez más digital y libre de papel, o mediante la promoción de la movilidad eléctrica con sus propias estaciones de carga en las instalaciones de la empresa. Aquí queda claro rápidamente que, para EFAFLEX, ser cada vez más sostenible no significa cumplir con requisitos externos. Es un proceso casi natural, ya que esta exigencia siempre ha formado parte del ADN de la empresa de una forma u otra.